La vida no merece que uno se preocupe tanto.
El procedimiento más seguro de hacernos más agradable la vida es hacerla agradable a los demás.
La vida es un aprendizaje para someternos a constantes renunciaciones, al fracaso continuado de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestras facultades, de nuestra felicidad.
La vida resulta deliciosa, horrible, encantadora, espantosa, dulce, amarga; y para nosotros lo es todo.
Vida sin fiestas es como largo camino sin posadas.
No sabrás todo lo que valgo hasta que no pueda ser junto a ti todo lo que soy.
En este siglo acabaremos con las enfermedades, pero nos matarán las prisas.
Casi siempre que un matrimonio se lleva bien, es porque uno de los esposos manda y el otro obedece.
Amar y sufrir es, a la larga, la única forma de vivir con plenitud y dignidad.
Los celos son siempre el instrumento certero que destruye la libertad interior y elimina en la compañía toda la felicidad posible.