La vida no merece que uno se preocupe tanto.
El procedimiento más seguro de hacernos más agradable la vida es hacerla agradable a los demás.
La vida es un aprendizaje para someternos a constantes renunciaciones, al fracaso continuado de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestras facultades, de nuestra felicidad.
La vida resulta deliciosa, horrible, encantadora, espantosa, dulce, amarga; y para nosotros lo es todo.
Vida sin fiestas es como largo camino sin posadas.
El amor es como el agua, si algo no lo agita se echa a perder.
Si no tienes la libertad interior, ¿qué otra libertad esperas poder tener?
La política es demasiado a menudo el arte de traicionar los intereses reales y legítimos, y de crear otros imaginarios e injustos.
La perseverancia es la virtud por la cual todas las otras virtudes dan su fruto.
Observa, escucha, calla. Juzga poco, pregunta mucho.