Hace falta toda una vida para aprender a vivir.
Aprende a vivir y sabrás morir bien.
Al brillar un relámpago nacemos y aún dura su fulgor, cuando morimos tan corto es vivir.
Vivir la eternidad en toda su plenitud es vivir el instante.
Lo realmente bueno es luchar con determinación, abrazar la vida y vivirla con pasión, perder con clase y atreverse a ganar, porque el mundo pertenece a quienes se atreven a vivir, la vida vale demasiado como para ser insignificante.
No sabrás todo lo que valgo hasta que no pueda ser junto a ti todo lo que soy.
En este siglo acabaremos con las enfermedades, pero nos matarán las prisas.
Casi siempre que un matrimonio se lleva bien, es porque uno de los esposos manda y el otro obedece.
Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir.
Los celos son siempre el instrumento certero que destruye la libertad interior y elimina en la compañía toda la felicidad posible.