Al que mal vive, el miedo le sigue.
Todo pensador profundo tiene más miedo a ser entendido que a ser malentendido.
Tiraríamos muchas cosas, si no tuviéramos miedo de que otros las recogieran.
Tener miedo a enfrentarse a un hecho es temer que lo peor es verdad.
Un hombre sin miedos es un hombre sin esperanzas.
La lógica, dado el mal uso que de ella se hace, vale más para estabilizar y perpetuar los errores cimentados sobre el terreno de las ideas vulgares, que para conducir al descubrimiento de la verdad.
Es muy difícil hacer compatibles la política y la moral.
Sólo podemos dominar la naturaleza si la obedecemos.
La lectura hace al hombre completo; la conversación, ágil, y el escribir, preciso.
La discreción en las palabras vale más que la elocuencia.