El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.
El camino hacía la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.
El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.
Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar.
El trabajo aleja de nosotros tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad.
El único límite para nuestra comprensión del mañana serán nuestras dudas del presente.
Es de sentido común elegir un método y probarlo. Si falla, admitirlo francamente y probar con otro. Pero, sobre todo, intentar algo.
Los hombres no son prisioneros del destino, sino prisioneros de su propia mente.
Creo en el individualismo... Pero sólo hasta cuando el individualista empieza a medrar a expensas de la sociedad
La primera verdad es que la libertad de una democracia no está a salvo si la gente tolera el crecimiento del poder en manos privadas hasta el punto de que se convierte en algo más fuerte que el propio estado democrático. Eso, en esencia, es el fascismo la propiedad del estado por parte de un individuo, de un grupo, o de cualquier otro que controle el poder privado