No se desprecia a todos los que tienen vicios; pero se desprecia a todos los que no tienen ninguna virtud.
La virtud es el punto medio entre dos vicios opuestos.
Yo honro con el nombre de la virtud a la costumbre de realizar acciones penosas y útiles de los démas.
Una de las principales virtudes sociales es la de tolerar en los demás lo que nos prohibimos a nosotros mismos.
A veces cuesta mucho más eliminar un solo defecto que adquirir cien virtudes.
La risa más agradable es aquella a la que nos entregamos a costa de nuestro enemigos.
Una palabra nos libra de todo el peso y el dolor de la vida. Esa palabra es: Amor.
La alegría más grande es la inesperada.
Siempre se repite la misma historia: cada individuo no piensa más que en sí mismo.
Los hijos son las anclas que atan a la vida a las madres.