Hay que instruir a la juventud riendo; reprender sus vicios con dulzura y no asustarla con el nombre de la virtud.
De mis disparates de juventud, lo que me da más pena no es haberlos cometido, sino no poder volver a cometerlos.
La inexperiencia es lo que permite a la juventud llevar a cabo lo que la vejez sabe que es de imposible realización.
El problema de la juventud de hoy es que ya no forma uno parte de ella.
La juventud no es un tiempo de la vida, es un estado del espíritu.
Mis amigos me dicen que soy muy agresivo, pero me lo dicen a gritos.
Ser honrado no conduce a ninguna parte que aprecien los demás.
Todo el mundo desea ser feliz, pero no que lo sea todo el mundo.
Un fanático es un individuo que tiene razón aunque no tenga razón.
En muchas empresas el silencio no es oro, el silencio es un sobre.