Y sin embargo hay una luz, una voz, un perfume, un alimento, un abrazo que amo cuando amo a Dios: es la luz, la voz,el perfume, el abrazo, el alimento del hombre interior que está en mí.
Dios es una palabra de cuatro letras. Utilizar o no una palabra, ¿qué importancia tiene? Hay que vivir en Dios, se rece o no.
Se puede olvidar a Dios en los días felices, pero cuando el infortunio llega, siempre es preciso volver a él.
Temo a Dios, y después de Dios temo principalmente al que no le teme.
Ponderemos pérdidas y beneficios y tomemos el partido de que Dios existe. Si ganas, lo ganáis todo; si pierdes, no pierdes nada. Apuesta pues, sin vacilar, por su existencia.
Te quiero no por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo.
Sólo porque alguien no te ame como tu quieres, no significa que no te ama con todo su ser.
Recordar es fácil para el que tiene memoria. Olvidar es difícil para el que tiene corazón.
No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.
El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno.