El que algo sea cierto no significa que sea convincente, ni en la vida ni en el arte.
El acento es el que convence y no la palabra.
Nunca convencerás a un ratón de que un gato negro trae buena suerte.
Al inteligente se le puede convencer; al tonto, persuadir.
A un pueblo no se le convence sino de aquello de que quiere convencerse.
Es la búsqueda lo que da auténtico sentido al hallazgo y (...) es necesario caminar mucho para alcanzar lo que está muy cerca.
No hay personas inocentes: cuando uno no es culpable de un crimen, es indefectiblemente culpable de una falta.
Tal vez el mundo sería algo más habitable si supiéramos cómo reunir las palabras que van errando por aquí y por allá.
La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva.
Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir.