Contra el aburrimiento, sólo el trabajo tiene eficacia. Las diversiones no son más que un paliativo.
Nada es tan insoportable para el hombre como estar en pleno reposo, sin quehaceres, sin distracciones, sin aplicación, sin pasiones. Le domina entonces una sensación de vacío, de impotencia, y cae en la melancolía y el aburrimiento.
Aunque los que no saben soñar sean más propensos al aburrimiento, la antítesis del aburrimiento no es el sueño, sino la pasión y la resolución de problemas inmediatos y concretos.
Conviene siempre esforzarse mas en ser interesante que exacto, porque el espectador lo perdona todo menos el sopor.
El aburrimiento es una mala hierba, pero también una especia que hace digerir muchas cosas.
Los mejores momentos del amor son aquellos llenos de una dulce melancolía, en que uno llora sin saber porqué, y se resigna dulcemente a una desgracia ni siquiera vislumbrada.
Nadie se convierte en hombre si antes no ha adquirido una gran experiencia de sí mismo con la que se revela a sus propios ojos, se forja un juicio sobre sí mismo y determina así en cierto modo su destino y su vida.
El hastío es la más estéril de las pasiones humanas. Así como es hijo de la nulidad, es también padre de la negación, ya que no sólo es estéril por sí mismo, sino que esteriliza del mismo modo a cuanto toca o se le acerca.
Los antepasados son lo más importante para quien no ha hecho nada.
¡Qué pena que beber agua no sea un pecado! ¡Qué bien sabría entonces!