La cortesía da más lustre al que la prodiga que al que la recibe.
Las pequeñas cortesías endulzan la vida; las grandes la ennoblecen.
El hombre que se muestre solícito y cortés con un extranjero demuestra que es ciudadano del mundo.
Difícil es decir cuánto concilia los ánimos humanos la cortesía y la afabilidad al hablar.
La cortesía es como el aire de los neumáticos: no cuesta nada y hace más confortable el viaje.
Si tienes el arco siempre tenso, muy pronto lo romperás
Un hombre de experiencia sabe más que un adivino
No mires lo que fuimos; mira lo que somos
Del mal, el menos
El hombre instruido lleva en sí mismo sus riquezas