Cuanto más honrado es un hombre más le cuesta sospechar que los otros no lo sean.
La honradez es siempre digna de elogio, aún cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho.
La primera ley de la amistad es pedir a los amigos cosas honradas; y sólo cosas honradas hacer por ellos.
Más vale morir con honra que vivir deshonrado.
Un hombre honrado no encontrará jamás una amiga mejor que su esposa.
Todos deseamos llegar a viejos y todos negamos que hemos llegado.
Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga.
Mala cosa cuando en el ánimo se representa la temeridad con rostro de valentía, y la cordura con rostro de cobardía.
En la obediencia está la paz de todas las cosas; a Dios primero, a la razón y a la justicia.
La paciencia es virtud vencedora. La impaciencia es vicio del demonio.