Cuanto más honrado es un hombre más le cuesta sospechar que los otros no lo sean.
La honradez es siempre digna de elogio, aún cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho.
La primera ley de la amistad es pedir a los amigos cosas honradas; y sólo cosas honradas hacer por ellos.
Más vale morir con honra que vivir deshonrado.
Aquel hombre que pierde la honra por el negocio, pierde el negocio y la honra.
La desgracia abre el alma a una luz que la prosperidad no ve.
La soledad es una gran fuerza que preserva de muchos peligros.
Dios: lo más evidente y lo más misterioso.