La paciencia es atender al tiempo del otro, en la plena conciencia de que se vive el tiempo en plural, con los demás, creando un evento de relación, de encuentro, de amor.
La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces.
La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.
No confundas la paciencia, coraje de la virtud, con la estúpida indolencia del que se da por vencido.
Paciencia: forma menor de desesperación disfrazada de virtud.
Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Quien no buscó amigos en la alegría, en la desgracia no los pida.
Quien da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro.
La probabilidad de hacer mal se encuentra cien veces al día; la de hacer bien una vez al año.
La conciencia es, a la vez, testigo, fiscal y juez.