La paciencia es atender al tiempo del otro, en la plena conciencia de que se vive el tiempo en plural, con los demás, creando un evento de relación, de encuentro, de amor.
La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces.
La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.
No confundas la paciencia, coraje de la virtud, con la estúpida indolencia del que se da por vencido.
Paciencia: forma menor de desesperación disfrazada de virtud.
Los mejores momentos del amor son aquellos llenos de una dulce melancolía, en que uno llora sin saber porqué, y se resigna dulcemente a una desgracia ni siquiera vislumbrada.
Nadie se convierte en hombre si antes no ha adquirido una gran experiencia de sí mismo con la que se revela a sus propios ojos, se forja un juicio sobre sí mismo y determina así en cierto modo su destino y su vida.
El hastío es la más estéril de las pasiones humanas. Así como es hijo de la nulidad, es también padre de la negación, ya que no sólo es estéril por sí mismo, sino que esteriliza del mismo modo a cuanto toca o se le acerca.
Los antepasados son lo más importante para quien no ha hecho nada.
Para la felicidad son menos nefastos los males que el aburrimiento.