La paciencia es atender al tiempo del otro, en la plena conciencia de que se vive el tiempo en plural, con los demás, creando un evento de relación, de encuentro, de amor.
La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces.
La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.
No confundas la paciencia, coraje de la virtud, con la estúpida indolencia del que se da por vencido.
Paciencia: forma menor de desesperación disfrazada de virtud.
El alma más fuerte y mejor constituida es la que no se enorgullece ni enerva con los éxitos y a la que no abaten los reveses.
La fortuna no está hecha para los poltrones y para alcanzarla, antes que mantenerse bien sentado hay que correr tras ella.
El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender.
Disfrutar de todos los placeres es insensato; evitarlos, insensible.
La amistad es animal de compañía, no de rebaño.