Para las mujeres el mejor afrodisiaco son las palabras; el punto G está en los oídos, el que busque más abajo está perdiendo el tiempo.
La palabra verdadera no es nada más que la resonancia del silencio.
Examinad bien vuestras palabras y encontrareís que, aun cuando no teneis ningún motivo para ser falsos, es muy dificil decir la verdad exacta.
Como flores hermosas, con color, pero sin aroma, son las dulces palabras para el que no obra de acuerdo con ellas.
Una palabra hiere más profundamente que una espada.
Mejor es morir de una vez que vivir siempre temiendo por la vida.
Los verdaderos amigos se encuentran en las desgracias.
Los dioses ayudan a los que se ayudan a sí mismos.
La rueda más deteriorada del carro es la que hace más ruido.
Nuestro carácter nos hace meternos en problemas, pero es nuestro orgullo el que nos mantiene en ellos.