En un hombre eminente es loca pretensión creer escapar de la censura, y debilidad el ser deprimido por ésta.
Haceos con amigos dispuestos a censuraros.
Nadie puede censurar o condenar a otro, porque nadie conoce perfectamente al otro.
Nada es tan difícil que no pueda conseguir la fortaleza.
Los hombres creen gustosamente aquello que se acomoda a sus deseos.
Los cobardes agonizan muchas veces antes de morir... Los valientes ni se enteran de su muerte.
Prefiero ser el primero en una aldea que el segundo en Roma.
Amo la traición, pero odio al traidor.