No hay nada repartido de modo más equitativo en el mundo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente.
La razón pura tiene que ceder su imperativo a la razón vital: la vida debe ser vital.
¡Qué triste cosa sería la vida si sólo la razón gobernara nuestras acciones!
Fácil saber quien no tiene la razón, el que ataca en compensación.
La razón humana es una gota de luz en un lago de tinieblas.
Desgraciadamente, hay virtudes que sólo los ricos pueden cultivar.
Es necesario tener el apetito del pobre para gozar la fortuna del rico.
El gato no nos acaricia, se acaricia contra nosotros.