No hay nada repartido de modo más equitativo en el mundo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente.
La razón pura tiene que ceder su imperativo a la razón vital: la vida debe ser vital.
¡Qué triste cosa sería la vida si sólo la razón gobernara nuestras acciones!
Fácil saber quien no tiene la razón, el que ataca en compensación.
La razón humana es una gota de luz en un lago de tinieblas.
La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces.
Un buen padre vale por cien maestros.
No es nada fácil abandonar la virtud; ella atormenta durante mucho tiempo a los que la abandonan.
La juventud es el momento de estudiar la sabiduría; la vejez, el de practicarla.
Hay mucha diferencia entre viajar para ver países y para ver pueblos.