No hay nada repartido de modo más equitativo en el mundo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente.
La razón pura tiene que ceder su imperativo a la razón vital: la vida debe ser vital.
¡Qué triste cosa sería la vida si sólo la razón gobernara nuestras acciones!
Fácil saber quien no tiene la razón, el que ataca en compensación.
La razón humana es una gota de luz en un lago de tinieblas.
Rara vez la belleza y la virtud pueden habitar juntas.
Los cinco enemigos de la paz que viven entre nosotros son: miedo, avaricia, envidia, odio y orgullo. Elimínelos y tendrá paz permanente.
Es más honorable obtener el trono que haber nacido en él. La fortuna otorga uno, el mérito el otro.