Lo más increible de los milagros es que ocurren.
La mera idea de que sucedan [los milagros], sin embargo, persiste en la cabeza de mucha gente. Cuando eso muere hace que la gente sea más desgraciada.
Toda pulgada cúbica de espacio es un milagro.
Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace.
Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren.
El hombre nace libre, responsable y sin excusas.
Basta con que un hombre odie a otro para que el odio vaya corriendo hasta la humanidad entera.
Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad.