Al que mal vive, el miedo le sigue.
Los hombres tiene miedo de la muerte, los niños temen la oscuridad.
Todo pensador profundo tiene más miedo a ser entendido que a ser malentendido.
Tiraríamos muchas cosas, si no tuviéramos miedo de que otros las recogieran.
Tener miedo a enfrentarse a un hecho es temer que lo peor es verdad.
Cualquier esfuerzo resulta ligero con el hábito.
Olvidemos lo que ya sucedió, pues puede lamentarse, pero no rehacerse.
No des la felicidad de muchos años por el riesgo de una hora.