La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza.
El esclavo sólo tiene un dueño; el ambicioso, tantos como personas le pueden ser útiles a su fortuna.
Aléjate de aquellas personas que tratan de empequeñecer tus ambiciones. Las personas siempre actúan así. Los realmente grandes te hacen sentir que tú también puedes ser grande.
El ambicioso es un esclavo de lo que desea, el hombre libre es el que no desea nada.
No seas desproporcionado en tus ambiciones. Pretende sólo aquello que puedas obtener con toda seguridad. Sitúate sólidamente en el puesto que te corresponde. Una persona en un puesto superior a su capacidad es un espectáculo deplorable.
Fuerte como la muerte es el amor.
¡Muy tarde te conocí, Hermosura antigua y nueva siempre!, y, sin embargo, estabas dentro de mí, mientras yo te buscaba fuera. Tú estabas conmigo, pero yo estaba lejos de ti.
La libertad es amar. Mientras sólo hagas el bien por temor, no amas a Dios. Mientras actúas como un esclavo, no amas. Si amas, eres libre. En lugar de temer el castigo, ama la justicia.
Y sin embargo hay una luz, una voz, un perfume, un alimento, un abrazo que amo cuando amo a Dios: es la luz, la voz,el perfume, el abrazo, el alimento del hombre interior que está en mí.
El que no tiene celos no está enamorado.