La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza.
El esclavo sólo tiene un dueño; el ambicioso, tantos como personas le pueden ser útiles a su fortuna.
Aléjate de aquellas personas que tratan de empequeñecer tus ambiciones. Las personas siempre actúan así. Los realmente grandes te hacen sentir que tú también puedes ser grande.
El ambicioso es un esclavo de lo que desea, el hombre libre es el que no desea nada.
No seas desproporcionado en tus ambiciones. Pretende sólo aquello que puedas obtener con toda seguridad. Sitúate sólidamente en el puesto que te corresponde. Una persona en un puesto superior a su capacidad es un espectáculo deplorable.
A un hombre sólo le pido tres cosas: que sea guapo, implacable y estúpido.
Es un alivio encontrar en un libro de reglas o de leyes alguna que nunca te afectará.
La cura para el aburrimiento es la curiosidad. No hay cura para la curiosidad
No me importa lo que se escriba sobre mí, siempre y cuando no sea cierto
Las dos palabras más bellas de la lengua inglesa son: cheque adjunto