La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza.
El esclavo sólo tiene un dueño; el ambicioso, tantos como personas le pueden ser útiles a su fortuna.
Aléjate de aquellas personas que tratan de empequeñecer tus ambiciones. Las personas siempre actúan así. Los realmente grandes te hacen sentir que tú también puedes ser grande.
El ambicioso es un esclavo de lo que desea, el hombre libre es el que no desea nada.
No seas desproporcionado en tus ambiciones. Pretende sólo aquello que puedas obtener con toda seguridad. Sitúate sólidamente en el puesto que te corresponde. Una persona en un puesto superior a su capacidad es un espectáculo deplorable.
El amor es más fuerte que la muerte, y la muerte es más fuerte que el olvido.
¡Siendo de dos una tristeza, ya no es tristeza, es alegría!
¡Que enmudezcan nuestras lenguas y empiecen a hablar las manos!
El mayor dolor del mundo no es el que mata de un golpe, sino aquel que, gota a gota, horada el alma y la rompe.
Nada es barato ni caro, todo es igual en la vida... Las cosas valen tan sólo lo que cuesta conseguirlas