Hay quienes se consideran perfectos, pero es sólo porque exigen menos de sí mismos.
El afán de perfección hace a algunas personas totalmente insoportables.
Hemos de saber anticiparnos a encontrar lo cómico que haya en nosotros. Así podremos evitar que otros se burlen de nuestra escasa perfección.
La perfección se logra al fin, no cuando no hay nada que agregar, sino cuando ya no hay nada que obtener.
La perfección es una pulida colección de errores.
El hombre que quiere contemplar frente a frente la gloria de Dios en la tierra, debe contemplar esta gloria en la soledad.
En la crítica seré valiente, severo y absolutamente justo con amigos y enemigos. Nada cambiará este propósito.
No es verdaderamente valiente aquel hombre que teme ya parecer, ya ser, cuando le cuadra, cobarde.
La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia.
Me volví loco, con largos intervalos de horrible cordura.