No hay nostalgia peor que añorar, lo que nunca jamás sucedió.
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió.
Nada hay tan dulce como la patria y los padres propios, aunque uno tenga en tierra extraña y lejana la mansión más opulenta.
El hecho de ser habitados por una nostalgia incomprensible sería, al fin y al cabo, el indicio de que hay un más allá.
La nostalgia ya no es lo que era.
La democracia no es el silencio, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlos.
Don Juan Carlos encarna la defensa de los valores democráticos, y es un Rey para todos y de todos