El que teme padecer padece ya lo que teme.
El que teme sufrir, sufre de temor.
Teme al hombre de un solo libro.
A menudo el temor de un mal nos lleva a caer en otro peor.
Quien todo lo puede ha de temerlo todo.
El que no es bello a los veinte, ni fuerte a los treinta, ni rico a los cuarenta, ni sabio a los cincuenta, nunca será ni bello, ni fuerte, ni rico, ni sabio.
Un padre vale por cien maestros.
La indignación moral no es más que envidia con aureola.
En todas las tierras el sol sale al amanecer.
No frecuentes las malas compañías, no sea que aumente su número.