Hace falta toda una vida para aprender a vivir.
Aprende a vivir y sabrás morir bien.
Al brillar un relámpago nacemos y aún dura su fulgor, cuando morimos tan corto es vivir.
Vivir la eternidad en toda su plenitud es vivir el instante.
Lo realmente bueno es luchar con determinación, abrazar la vida y vivirla con pasión, perder con clase y atreverse a ganar, porque el mundo pertenece a quienes se atreven a vivir, la vida vale demasiado como para ser insignificante.
Hay una cierta honradez, una cierta sinceridad, que pertenece al género indisimulable.
Un idealista es aquel que, al notar que una rosa huele mejor que una col, deduce que hará una sopa mejor.
Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar.
Si ganamos aquí ganaremos en todas partes. El mundo es un hermoso lugar, vale la pena defenderlo y detesto dejarlo.
La mejor forma de averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él.