Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje.
En todo el mundo los políticos son muy partidarios de la revolución, de la razón y de deponer las armas - pero ¡sólo tratándose del enemigo, no de uno mismo!
La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema.
La ciudad (polis) es una de las cosas que existen por naturaleza; y el hombre es, por naturaleza, un animal político.
Sólo soy, sólo sigo siendo una sola cosa: un payaso. Eso me pone en un plano más alto que cualquier político.
Amo a los perros porque nunca le hacen sentir a uno que los haya tratado mal.
No podemos hacer la historia, sino sólo esperar a que se desarrolle.
El hombre que nada teme es tan fuerte como el que es temido por todo el mundo.
Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería.