Sucede con los hábitos arraigados que siguen en pie aun después de haber desaparecido las necesidades que los formaron.
Es bueno saber algo sobre las costumbres de diferentes pueblos, para juzgar las nuestras de una forma más sana, y no pensar que todo aquello que va contra nuestra manera de actuar sea ridículo y contra razón, como acostumbran a hacer los que no han visto nada.
Las costumbres, Andrée, son formas concretas del ritmo, son la cuota del ritmo que nos ayuda a vivir.
Las costumbres del que nos habla nos convencen más que sus razonamientos.
La conciencia vale por mil testigos.
El que miente necesita tener buena memoria.
La ambición es un vicio, pero puede ser madre de la virtud.
No es tan dañoso oír lo superficial como dejar de oír lo necesario.
Excusamos nuestra pereza, so pretexto de la dificultad