Sepan los jovenes que dado el gran número y variedad de pecados que por todas partes nos acechan, requiere más discrección y constancia evitar el mal, que mantenerse en el bien.
¡Cuán grande riqueza es, aun entre los pobres, el ser hijo de buen padre!
No hay cosa por fácil que sea, que no la haga difícil la mala gana.
No esperes que tu amigo venga a descubrirte su necesidad; ayúdale antes.
No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras.