Donde hay paz y meditación no tienen cabida la ansiedad y la duda.
La persona que no está en paz consigo misma, será una persona en guerra con el mundo entero.
Los cinco enemigos de la paz que viven entre nosotros son: miedo, avaricia, envidia, odio y orgullo. Elimínelos y tendrá paz permanente.
La mayor parte de los fracasos nos vienen por querer adelantar la hora de los éxitos.
Te odio con el odio de la ilusión marchita.
Si eres orgulloso conviene que ames la soledad; los orgullosos siempre se quedan solos.
Busca dentro de ti la solución de todos los problemas, hasta aquellos que creas más exteriores y materiales.
El cuerpo no es más que un medio de volverse temporalmente visible. Todo nacimiento es una aparición.