No hay otra realidad que la que tenemos dentro de nosotros.
La realidad es simplemente una ilusión, aunque una muy persistente.
La única verdad es la realidad.
Negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho.
El mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación.
Hay que actuar intuitivamente, obedecer la ley profunda del amor, fundada en una tolerancia absoluta. Es la ley la que tolera o admite que las cosas son lo que son, el auténtico amor no duda nunca, nunca enjuicia, nunca rechaza ni exige. Regenera, restableciendo una circulación hacia el infinito. Quema, ya que conoce el auténtico sentido del sacrificio. Es la vida iluminada.
Cada día de nuestra vida estamos creando nuestro destino.
Si tu llamas experiencias a tus dificultades y recuerdas que cada experiencia te ayuda a madurar, vas a crecer vigoroso y feliz, no importa cuán adversas parezcan las circunstancias.
La monogamia es como estar obligado a comer papas fritas todos los días.
Si Dios no es amor, no vale la pena que exista.