No hay otra realidad que la que tenemos dentro de nosotros.
La realidad es simplemente una ilusión, aunque una muy persistente.
La única verdad es la realidad.
Negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho.
El mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación.
El amor es como el vino, y como el vino también, a unos reconforta y a otros destroza.
No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre.
La medida más segura de toda fuerza es la resistencia que vence.
Aquellos que anuncian que luchan en favor de Dios son siempre los hombres menos pacíficos de la Tierra. Como creen percibir mensajes celestiales, tienen sordos los oídos para toda palabra de humanidad.
Toda ciencia viene del dolor. El dolor busca siempre la causa de las cosas, mientras que el bienestar se inclina a estar quieto y a no volver la mirada atrás.