Con la patria se está con razón o sin razón; como se está con el padre y con la madre.
Donde quiera que se esté bien, allí está la patria.
El que de pequeño respeta la bandera, sabrá defenderla cuando sea mayor.
La patria, posiblemente, es como la familia, sólo sentimos su valor cuando la perdemos.
Sólo el egoísmo y el odio tienen patria. ¡La fraternidad no la tiene!
El arte de vencer se aprende en las derrotas.
Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad.
Formémonos una patria a toda costa y todo lo demás será tolerable.
Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, ese Estado no debería existir; y al fin no existiría.
Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes: es un país de esclavos.