Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices.
Para un ser consciente, el existir consiste en cambiar, en madurar, en crearse indefinidamente a sí mismo.
Somos criaturas tan tornadizas que acabamos por experimentar los sentimientos que fingimos.
Señor, concédenos la gracia de aceptar con serenidad las cosas que no pueden cambiarse y el coraje de cambiar las cosas que deberíamos cambiar, así como la sabiduría para distinguir las unas de las otras.
Sé tú mismo el cambio que deseas ver en el mundo.
Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un ¨te quiero¨, siempre habrá un amigo.
La alegría, cuanto más se gasta más queda.
En muchas ocasiones la lectura de un libro ha hecho la fortuna de un hombre, decidiendo el curso de su vida.
El hombre grande es aquel que en medio de las muchedumbres mantiene, con perfecta dulzura, la independencia de la soledad.
Nadie debe viajar hasta que no haya aprendido el idioma del país que visita. De lo contrario se convierte voluntariamente en un bebé, tan indefenso y ridículo.