El único viaje de verdad, el único baño de juventud, no sería ir hacia nuevos paisajes, sino tener otros ojos, ver el universo con los ojos de otro. De cien otros, ver los cien universos que cada uno de ellos ve, que cada uno de ellos es.
La cosa más práctica e importante en un hombre es su concepto del Universo.
A veces pienso que la prueba más fehaciente de que existe vida inteligente en el universo es que nadie ha intentado contactar con nosotros.
El universo no fue hecho a medida del hombre; tampoco le es hostil: es indiferente.
La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo.
Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre.
La tierra es un lugar más bello para nuestros ojos que cualquiera que conozcamos. Pero esa belleza ha sido esculpida por el cambio: el cambio suave, casi imperceptible, y el cambio repentino y violento. En el Cosmos no hay lugar que esté a salvo del cambio.
En algún sitio algo increíble espera ser descubierto.
El universo no fue hecho a medida del hombre; tampoco le es hostil: es indiferente.
A veces creo que hay vida en otros planetas, y a veces creo que no. En cualquiera de los dos casos la conclusión es asombrosa.