Dime lo que crees ser y te diré lo que no eres.
Un hombre está dispuesto a creer aquello que le gustaría que fuera cierto.
Creemos, sobretodo porque es más fácil creer que dudar, y además porque la fe es la hermana de la esperanza y de la caridad.
Somos aquello en lo que creemos.
Para que el que cree no es necesaria ninguna explicación: para el que no cree toda explicación sobra.
Nada es más fácil que censurar a los muertos.
Nada es tan difícil que no pueda conseguir la fortaleza.
Los cobardes agonizan muchas veces antes de morir... Los valientes ni se enteran de su muerte.
Prefiero ser el primero en una aldea que el segundo en Roma.
Amo la traición, pero odio al traidor.