La lógica, dado el mal uso que de ella se hace, vale más para estabilizar y perpetuar los errores cimentados sobre el terreno de las ideas vulgares, que para conducir al descubrimiento de la verdad.
En cuanto a la lógica, sus silogismos más bien sirven para explicar a otros las cosas ya sabidas, que para aprender.
El error tiene su lógica lo mismo que la verdad.
La lógica, como el whisky, pierde sus efectos beneficiosos cuando se toma en cantidades excesivas.
Si así fue, así pudo ser; si así fuera, así podría ser; pero como no es, no es. Eso es lógica.
Una palabra bien elegida puede economizar no sólo cien palabras sino cien pensamientos.