El fanatismo es ciego, vuelve a la gente sorda y ciega [...]. El fanatismo no se plantea preguntas, no conoce la duda: sabe, cree que sabe.
Los fanatismos que más debemos temer son aquellos que pueden confundirse con la tolerancia.
Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema.
Si entre las muchas verdades eliges una sola y la persigues ciegamente, ella se convertirá en falsedad, y tú en un fanático.
Un fanático es un individuo que tiene razón aunque no tenga razón.
Todos nacemos originales y morimos copias.
El hombre sano no tortura a otros, por lo general es el torturado el que se convierte en torturador.
Lo peor que le puede ocurrir a cualquiera es que se le comprenda por completo.