Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio.
No seas duro en el juzgar a las personas. Piensa que todos somos más víctimas de una educación, de una ideología o de un carácter... que responsables de una mala voluntad.
Un hombre que juzga a otro hombre es un espectáculo que me haría estallar de risa si no me diese piedad.
Odio los juicios que sólo aplastan y no transforman.
Cuando más se juzga, menos se ama.
Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen.
Pocos ven lo que somos pero todos ven lo que aparentamos.
En todas las cosas humanas, cuando se examinan de cerca, se demuestra que no pueden apartarse los obstáculos sin que de ellos surjan otros.
No puede haber grandes dificultades cuando abunda la buena voluntad.
El que es elegido príncipe con el favor popular debe conservar al pueblo como amigo.