Vive con tus inferiores de la manera que quisieras que tus superiores vivieran contigo.
Para hacerte agradable, debes ante todo olvidarte de ti mismo.
Sé amable, pues cada persona con la que te cruzas está librando su ardua batalla...
Rara vez se encuentra mucha amabilidad y agasajo en las personas que más nos quieren.
Para pasar por hombre amable basta con narrar bien y con no hablar nunca de sí mismo.
En la amistad de la que hablo (las almas) se mezclan y se confunden una en otra en una mezcla tan universal, que ya no encuentran la costura que las ha unido. Si me obligan a decir por qué lo amaba, siento que esto no puede expresarse más que respondiendo: porque era él, porque era yo.
La confianza en la bondad ajena es testimonio no pequeño de la propia bondad.
El que teme padecer padece ya lo que teme.
La conciencia hace que nos descubramos, que nos denunciemos o nos acusemos a nosotros mismos, y a falta de testigos declara contra nosotros.
No existe el presente: Lo que así llamamos no es otra cosa que el punto de unión del futuro con el pasado.