Las ciudades, como los sueños, están construidas de deseos y de miedos, aunque el hilo de su discurso sea secreto, sus reglas absurdas, sus perspectivas engañosas, y toda cosa esconda otra.
Dios hizo el campo, y el hombre la ciudad.
Ciudad grande, soledad grande.
El Bosque de Cemento no es el más verde, pero sí el que más frutos da
El rico está siempre vendido a la institución que lo hace rico.
Un hombre es rico en proporción a las cosas que puede desechar.
Lo que un hombre piensa de sí mismo, esto es lo que determina, o más bien indica, su destino.
Casi todas las personas viven la vida en una silenciosa desesperación.
Es tan difícil verse a uno mismo como mirar para atrás sin volverse.