El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.
Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos.
No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que anide en tu cabellera.
El trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo: el agua es turbia al principio, mas luego se clarifica.
Con la primera copa el hombre bebe vino; con la segunda el vino bebe vino, y con la tercera, el vino bebe al hombre.
El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.
Si te caes siete veces, levántate ocho.
Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos.
No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que anide en tu cabellera.
El trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo: el agua es turbia al principio, mas luego se clarifica.