Todo lo que trabaja para el desarrollo de la cultura trabaja también contra la guerra.
Por exceso de sabiduría el sabio se vuelve tonto.
Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano.
La cultura es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad.
De querer ser a creer que se es ya, va la distancia de lo trágico a lo cómico.
La razón pura tiene que ceder su imperativo a la razón vital: la vida debe ser vital.
El amor muere porque su nacimiento fue una equivocación.
Porque el hombre siente el amor primariamente como un violento afán de ser amado, al paso que para la mujer lo primario es sentir el propio amor, la cálida fluencia que de su ser irradia hacia el amado y la impulsa hacia él.
El amor, a quien pintan ciego, es vidente y perspicaz porque el amante ve cosas que el indiferente no ve y por eso ama.