La mediocridad es excelente en los ojos de los mediocres.
Lo que nunca deseo, ni siquiera en los peores momentos, es un estado intermedio entre lo bueno y malo, una especie de término medio tibio y soportable. No, preferible exagerar el arco -mejor un martirio aún peor y en compensación los momentos felices tanto más esplendorosos.
Frente a la muchedumbre, los mediocres son los más elocuentes.
La mediocridad, posiblemente, consiste en estar delante de la grandeza y no darse cuenta.
Los espíritus mediocres suelen condenar todo aquello que está fuera de su alcance.
La mediocridad es excelente en los ojos de los mediocres.
La ternura es el reposo de la pasión.
No hay que elegir por esposa sino a la mujer que uno elegiría por amigo si fuera hombre.
Enseñar es aprender dos veces.
Buscando las palabras se encuentran las ideas.