La traición jamás triunfa porque, si lo hace, nadie se atreve a llamarla traición.
La traición no es más que la propia identidad del ser cobarde.
Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro.
La traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura.
Con ciertas personas vale más ser traicionado que desconfiar.
Los cántaros, cuanto más vacíos, más ruido hacen.
Si Dios me hubiera consultado sobre el sistema del universo, le habría dado unas cuantas ideas.