El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.
El camino hacía la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.
El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.
Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar.
El trabajo aleja de nosotros tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad.
Quien no es capaz de desprenderse de un tesoro en un momento de necesidad es como un esclavo encadenado.
Los traicioneros son siempre desconfiados
Creo que lo que llaman cuentos de hadas es una de las formas más grandes que ha dado la literatura, asociada erróneamente con la niñez
Si diéramos a la comida, la alegría y las canciones más valor que al oro, este sería sin duda un mundo más feliz
Las hazañas no son menos valerosas porque nadie las alabe